Así, a pesar de las diferentes variaciones transmitidas a lo largo de los años, podemos definir la ética como un conjunto de principios y valores que motivan y rigen a los individuos de acuerdo con los códigos de conducta establecidos en la sociedad.
La ética es permanente, universal y objetiva, y nos persigue en nuestra vida cotidiana; es aquella que nos garantiza que actuemos correctamente, que podamos conocer y escoger nuestros valores, y que tengamos la libertad de adquirir criterio y juicio propio, mediante el uso de la razón.
La Ética es un ejemplo al que aspira la conducta humana, que orienta a cada persona sobre lo que está bien, lo que es correcto, es decir, es una guía sobre cómo debemos actuar.
El estudio de la ética pretende descubrir qué hay detrás de la forma de ser y de actuar del ser humano al tiempo que trata de establecer "reglas" de lo que es "bueno" y lo que es "malo". En ese sentido, la importancia de la ética radica precisamente en saber qué está bien y qué está mal como individuos y como sociedad.
La ética, como ciencia, es un conjunto de conocimientos derivados de la investigación de la conducta humana al tratar de explicar las reglas morales de manera racional, fundamentada teórica y científicamente. Es una reflexión sobre la moral. Provee la base teórica para valorar el por qué algo es bueno o malo.
Cortina, A. (2014) ¿Qué es y para qué sirve la Ética?
¿Cuál es el objetivo de la ética?
La ética trata del bien y del fundamento de sus valores, de la bondad o la maldad de los comportamientos. Parte de la premisa que, el fin último de todo ser humano, de sus hechos, es la felicidad. La ética busca el bien común, estimulando comportamientos adecuados para alcanzarlo.
La palabra ética proviene del griego ethikos (“carácter”). Se trata del estudio de la moral y del accionar humano para promover los comportamientos deseables. Una sentencia ética supone la elaboración de un juicio moral y una norma que señala cómo deberían actuar los integrantes de una sociedad.
La RAE, define la ética como el conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Tiene ejemplos aplicativos en ética profesional, cívica, deportiva, medio ambiental, etc. Parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores.
La ética, en su esencia, se trata de vivir de acuerdo con un conjunto de valores y principios que respetan la dignidad y los derechos de los demás. Al adoptar la ética como una estrategia de vida, estamos tomando la decisión consciente de basar nuestras acciones y elecciones en un marco ético sólido.
¿Cuál es la importancia de la ética en la persona?
La ética ha estado presente en el ser humano desde siempre como reguladora de los actos humanos, avocando a cada persona a pensar entre lo que es bueno o malo y de esa manera guiar sus acciones, las cuales va a determinar su desarrollo en la sociedad.
La utilidad normativa de la ética consiste en que proporciona valores que una vez interiorizados, guían a las personas para que sus conductas sean mejores incluso ejemplares.
Un comportamiento ético y empático implica tener conciencia de que todo lo que se dice o se hace puede afectar a otras personas. Si se es amable y hay respeto, se construyen relaciones diferentes que cuando hay agresión, actitudes despectivas o se ignora a las otras personas. En internet sucede lo mismo.
Sócrates es considerado el padre de la ética, ya que todo su pensamiento giró en torno a la noción del Bien. Son las actividades, actos y circunstancias que implica una determinada obligación moral o ética. Se determinan por las actitudes de los seres humanos.
La ética es un análisis sistemático y crítico de la moralidad, de los factores morales que guían la conducta humana en una determinada práctica o sociedad.
La ética favorece la dignidad y el constructo moral, además del pensamiento crítico. Pero además a través de esta materia, chicas y chicos pueden llegar a entender los fundamentos de su papel en la sociedad, y posicionarse como personas de importancia para la sociedad.
La ética estudia la moral y determina qué es lo bueno y cómo se debe actuar. Es la teoría o ciencia del comportamiento moral; y la moral es un conjunto de normas de conducta y convivencia, íntimamente ligada a la ética.
Es saber vivir en armonía y equilibrio, en armonía con los ciclos de la Madre Tierra, del cosmos, de la vida y de la historia, y en equilibrio con toda forma de existencia. Y ese justamente es el camino y el horizonte de la comunidad; implica primero saber vivir y luego convivir.
Entre otras muchas cosas, la ética contribuye a formar seres humanos autónomos capaces de razonar, decidir y encontrar por sí mismos el sentido que quieran darle a su vida. Seres conscientes, actores de su vida, capaces de interactuar con el prójimo, la comunidad y con su entorno.
La ética se concibe como el arte de cuidar de uno mismo; cuidar de la vida; por lo tanto, la constitución ética como arte de vivir, tiene que ver el sujeto mismo, con el cuidado de sí y sus relaciones.
Se usa el adjetivo ético para referirse a alguien que es honesto y sigue buenas normas morales. Ético proviene del griego ethos, que significa carácter moral. Describe a una persona o comportamiento como correcto en el sentido moral: veraz, justo y honesto.
Argumento específicamente en contra de una estipulación según la cual "ética" se refiere a la afirmación de la conciencia individual autónoma o auténtica, mientras que "moral", a la esfera de la observancia de reglas impuestas por la sociedad.
La ética reflexiona acerca de las conductas morales del ser humano y sus efectos en la sociedad. También nos permite diferenciar lo correcto de lo incorrecto, y se relaciona con valores como la responsabilidad, la honestidad, el respeto o el compromiso a fin de ser buenos ciudadanos.
El estudio de la ética se remonta a los orígenes mismos de la filosofía en la Antigua Grecia, y su desarrollo histórico ha sido amplio y variado. A lo largo de la historia ha habido diversas maneras de entender la ética y distintas propuestas morales orientadoras de la vida humana.
La ética es permanente, universal y objetiva, y nos persigue en nuestra vida cotidiana; es aquella que nos garantiza que actuemos correctamente, que podamos conocer y escoger nuestros valores, y que tengamos la libertad de adquirir criterio y juicio propio, mediante el uso de la razón.